Las Sirenas son seres mitológicos que han abarcado todas las áreas de nuestras culturas. Las podemos identificar por ser unas criaturas con torso de mujer y cola de pez, sin embargo existe otra característica que forman parte de estos seres, estamos hablando del
canto de las Sirenas.
Este es su herramienta para seducir y atrapar a sus víctimas, teniendo un gran poder de atracción en los hombres que lo escuchan.
A través del siguiente artículo, explicaremos más detalladamente a que se refiere esta característica y porque el canto de las Sirenas es tan seductor para los humanos.
El canto de las Sirenas. Grandes relatos.
Bien lo dice la frase de Tzvetan Todorov.
“El canto de las Sirenas es, a la vez, esa poesía que debe desaparecer para que cobre vida y esa realidad que debe morir para que nazca la literatura”.
Esta expresión de
“canto de sirena” ha logrado pasar de generación en generación, no obstante algunas personas hoy en día aún no saben de dónde provienen estas palabras.
Apunte de bitácora de Henry Hudson
Su origen se remonta al año 1608, cuando el capitán ingles Henry Hudson después de haber navegado por la costa norte de Rusia escribió en su cuaderno de bitácora que algunos de sus acompañantes de viaje habían observado una especie de sirena por la borda del barco.
La describieron como un ser tan alto como un hombre, pero con el físico de una mujer. Los rasgos de esta criatura eran espalda, senos, piel clara y un largo cabello femenino y en la parte inferior de su cuerpo una especie de cola de pez en vez de piernas humanas.
Aunque no describieron canto alguno este sí aparecería en los relatos de Homero, quien escribió la historia de La Odisea.
La historia de La Odisea
La Odisea de Homero es uno de los clásicos donde se describen a las Sirenas como unos seres terribles que hechizaban con sus cantos a los hombres que lograban acercarse a ellas con sus barcos.
Todo aquel que alcanzaba escuchar este canto nunca volvía a reunirse con sus seres queridos y familia.
Estas voces encantadoras pero mortales son las conocidas como el canto de las Sirenas y representaban una amenaza constante para los navegantes aventureros.
Según cuenta la historia de Homero,
Ulises logró mantener a salvo a su tripulación de las garras de las peligrosas sirenas. Para ello se dispuso a tapar con cera los oídos de sus compañeros de viaje, excepto los suyos. Y pidió que le ataran al mástil para así poder escuchar el delicioso canto sin tener la tentación de acercarse a estas criaturas.
Así es como Ulises y su tripulación superan y vencen a las sirenas quienes decidieron hundirse en el mar como parte de su castigo por no conquistar a estos hombres.
Sirenas y musas
Una historia más sobre el origen del canto de las sirenas es la rivalidad que existía entre ellas y las musas.
Ambas criaturas compitieron para ver quien poseía la mejor voz y el canto más precioso, ganando por supuesto las Sirenas.
Las musas como parte de su venganza decidieron transformar a las ganadoras en horribles monstruos, pasando a convertirse en unas criaturas de mar que inquietaban a todo navegante.
Estas primeras Sirenas eran
hijas del Dios del rio Aqueloo y de Calíope, una muy hermosa y orgullosa Musa.
Estas permanecían en rocas y peñascos de la costas y desde allí estaban vigilantes ante cualquier barco que se acercaba.
Al detectarlo comenzaban a emitir el sonido y la voz más armoniosa que se podía escuchar, con la cual lograban atraer a cualquier hombre.
Todo marinero que la escuchaba perdía el rumbo de su destino, y buscaba la manera de acercarse todo lo que podía hasta la fuente de tan bellos sonidos.
El resultado es que cualquier embarcación que se aproximaba demasiado a las rocas o a la costa terminaba despedazada y se hundía en el mar.
Durante el
siglo XIX existieron personas que buscaban generar su propio negocio engañando a otros más inocentes, haciéndoles creer que veian una auténtica sirena. Cosían ellos la parte de arriba de un mono con la mitad inferior de una cola de pez y así exponían a la supuesta Sirena ante el público, el cual sin duda tenía que pagar una cierta cantidad para poder ver a esta criatura.
También algunos propietarios de tabernas y restaurantes, aprovecharon el auge de las historias sobre estos seres, para atraer más clientes a sus negocios utilizando para ello imágenes de sirenas en puertas y paredes, y así llamar la atención de los hombres.
Sin duda que la historia sobre el canto de las Sirenas así como la de la propia existencia de las mismas, es un tema siempre de controversia. Difícilmente conseguiremos que alguien sobreviva a este canto, para que nos relate su historia.